¿Sientes que tu mascota está rara o tiene una actitud diferente? En este artículo te contamos sobre los estados de ánimo en perros y gatos, cómo detectarlos y manejarlos. ¡Sigue leyendo!
Los estados de ánimo en perros y gatos son tan variados como en los seres humanos. Desde el punto de vista biológico, físico y fisiológico, los animales vertebrados comparten las mismas estructuras y neurotransmisores que los seres humanos, lo que les permite sentir una amplia gama de emociones. Lo que varía es la manifestación de esos sentimientos, que puede ser diferente en cada especie.
Como en las personas, hay ciertas señales corporales y comportamientos que indican cómo se siente un animal. Por eso, es importante prestar atención a su lenguaje corporal, hábitos de comportamiento y a su contexto para entender cómo se sienten y poder brindarles la atención y el cuidado que necesitan.
Lenguaje corporal y comportamiento
Los perros y los gatos tienen estados de ánimo que se comunican a través de sus posturas, movimientos y expresiones faciales. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que el lenguaje de ambas especies es muy diferente.
Por ejemplo, cuando un perro mueve la cola suele estar tranquilo o alegre, mientras que cuando un gato mueve la cola rápidamente de un lado a otro, suele estar incómodo, irritado e, incluso, puede estar a punto de agredir.
Adicionalmente, cuando hay una alteración en el estado de ánimo los animales presentan conductas como:
Esconderse
Negarse a hacer actividades que normalmente disfrutan
Evitar el contacto con personas u otros animales
Dormir más o menos de lo habitual
Dejar de comer o hacerlo en exceso
Mostrarse agresivo
Además, signos como las orejas hacia atrás, las pupilas dilatadas, la boca tensa, la postura corporal de alerta y las vocalizaciones constantes y agudas pueden ser indicativos de variaciones en sus emociones.
Adaptación emocional
Tanto perros como gatos logran experimentar sentimientos de tristeza, especialmente, cuando se separan de un compañero con el que tenían vínculos fuertes. Si bien pueden vivir el duelo y la tristeza, los animales suelen adaptarse más rápido a la ausencia que los humanos.
Sin embargo, algunos perros llegan a desarrollar trastornos emocionales graves como la ansiedad por separación si no se les trata adecuadamente. Por otro lado, los gatos son seres semisociales, es decir, pueden disfrutar de la compañía, pero también retornan a su estado solitario con mayor facilidad, por lo que no suelen presentar trastornos de apego.
¿Qué puedo hacer?
Si notas algún cambio en el estado de ánimo de tu peludo, lo primero que debes hacer es llevarlo al veterinario para descartar cualquier problema médico. En caso de que el animal esté sano, es posible que la tristeza se deba principalmente a un cambio ambiental, como una mudanza, cambios en el hogar o la pérdida de alguien.
En este caso, algunas herramientas que puedes aplicar son:
Dedica tiempo de calidad: asegúrate de pasar tiempo con tu mascota todos los días, jugando con ella, dándole caricias y mostrándole tu cariño. Esto les ayuda a mejorar su estado de ánimo y a sentirse más felices.
Momento de ejercicio: el ejercicio es una excelente manera de mejorar el estado de ánimo de tu mascota. Pasear a tu perro o jugar con tu gato libera energía y reduce el estrés.
Proporciona un ambiente estimulante: los animales necesitan estimulación mental y física para estar felices. Usa juguetes interactivos, dinámicas de escondites con comida y otros elementos que les permitan explorar su entorno.
Y lo más importante, ¡sé respetuoso con su proceso y dale mucho amor!
¡Conoce a tu mascota!
Lo normal es que nuestras mascotas salgan de esa situación en pocas semanas, pero si no lo hacen, es necesario consultar nuevamente con el veterinario para descartar cualquier alteración física o química en su cuerpo que pueda estar afectando una gestión emocional adecuada.
Además, recuerda que si tiene un problema de comportamiento, es necesario que reciba terapia etológica para que el animal recupere su comportamiento natural a través de actividades que le permitan enfocarse en conductas más adecuadas y que lo lleven a un estado de bienestar.
Siempre ten presente que cada animal tiene su propia personalidad y hábitos, por lo que es fundamental conocerlos bien para poder detectar cambios significativos en su comportamiento.
Si alguna vez has notado estos cambios, te invitamos a poner en práctica estos consejos para detectar a tiempo y de forma activa cualquier problema y, así, tomar medidas que aseguren el bienestar de tu mejor amigo.
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