Nuestros amigos caninos son criaturas fascinantes, pero a veces nos sorprenden con comportamientos extraños, como comer sus propias heces y las de otros animales. Si tu peludo ha desarrollado este hábito poco atractivo, no te preocupes, aquí te explicamos por qué tu perro come excremento y qué puedes hacer para solucionarlo.
¿Sabías que los trastornos alimenticios no son exclusivos de los seres humanos? De hecho, también afectan a nuestros amigos caninos. Estos trastornos pueden tener una serie de causas, como problemas de salud, cambios en la dieta o en el entorno del perro.
Por eso, es importante prestar atención a los signos de trastornos alimenticios en nuestros perros y buscar de inmediato ayuda veterinaria si notamos algo fuera de lo habitual.
Algunos de los trastornos más frecuentes son:
Anorexia: el animal deja de comer por completo.
Hiporexia: come menos de lo habitual.
Polifagia: se alimenta en exceso.
Pica: consiste en la ingesta de sustancias u objetos que no hacen parte de la dieta natural de un individuo o de una especie. Por ejemplo, comer piedras, palos, paredes, medias, zapatos, entre otros.
De esto último surge la coprogafia, el consumo de heces propias o de otros animales.
Causas de la coprofragia
Los perros pueden comer popó o desarrollar la coprofagia por varias razones, tanto médicas como comportamentales. Es importante tener en cuenta que cada perro es un individuo único que puede reaccionar de manera diferente a las situaciones estresantes.
Las causas más comunes de la coprofagia en perros son:
Aburrimiento: los perros que no tienen suficiente estimulación, socialización y ejercicio tienden a aburrirse fácilmente y buscan formas de entretenerse, por lo que comer excremento puede ser una manera de distraerse.
Hambre: si los perros no están recibiendo suficiente comida o no están siendo alimentados adecuadamente, pueden encontrar comida en cualquier lugar, incluso en sus propias heces. Evita las dietas inapropiadas.
Estrés y ansiedad: algunos perros comen su materia fecal para llamar la atención de sus dueños.Si el perro se siente ignorado o abandonado, puede recurrir a la ingesta de esta para obtener cualquier tipo de atención, sin importar si es un regaño.
Errores en la enseñanza de hábitos: en ocasiones, los dueños cometen errores al intentar enseñar dónde y cuándo hacer popó. Además, los castigos inadecuados o inoportunos pueden hacer que el perro asocie la presencia de popó con una experiencia negativa, lo que puede llevar a la ingesta de los desechos en un intento por ocultarlo para evitar regaños.
Igualmente, es importante recordar que pueden existir factores médicos como infecciones, inflamaciones o dolores que pueden desatar esta conducta.
La excepción a la regla
¿En algún momento es un comportamiento natural? Es importante destacar que la conducta de la coprofagia no es saludable; sin embargo, es una conducta que se da naturalmente cuando una perra tiene cachorros y necesita mantener su entorno limpio.
Así que durante este tiempo, la perra ingiere la orina y la materia fecal de sus cachorros para mantener su espacio seguro. Es decir, es una conducta temporal que se da durante los primeros 20-30 días cuando los recién nacidos consumen únicamente su leche.
¿Qué puedo hacer si mi perro come popó?
Es fundamental que en un primer momento consultes con un veterinario para descartar causas médicas, ya que existen varias enfermedades que pueden cursar con este síntoma. En caso de que sea un problema comportamental, es importante buscar asesoría etológica para abordar la raíz del problema.
Así mismo, algunas actividades y acciones que puedes hacer para evitar la coprofagia son:
Jugar con tu perro, brindarle atención y tiempo de calidad
Retirar las heces lo más pronto posible
Utilizar métodos de adiestramiento basados en refuerzo y estímulos positivos para fomentar el comportamiento de eliminación adecuado
Usar juguetes interactivos.
Incrementar el ejercicio físico
Asegurate que le estas dando una dieta balanceada y equilibrada en nutrientes y en la cantidad apropiada para su edad, peso y nivel de actividad.
La solución a este trastorno es multifactorial y requiere de paciencia, esfuerzo, disciplina y un acompañamiento oportuno de un profesional de la Etología, para prevenir y corregir este trastorno y recuperar la conducta apropiada.
¿Cuáles son los riesgos de que mi mascota coma popó?
En el caso de los perros, su olfato por capas les permite detectar la concentración de proteína y fibra en la materia fecal de algunos animales como gatos, herbívoros y otros perros, lo que la hace muy atractiva para los canes.
Sin embargo, esto no significa que ingerirla sea una conducta saludable, ya que los perros pueden adquirir parásitos y otras enfermedades si comen excremento de animales enfermos o no desparasitados; de hecho, algunos de estos parásitos pueden transmitirse a los humanos, lo que se conoce como zoonosis.
Si la coprofagia no se trata adecuadamente, esta conducta puede evolucionar hacia conductas compulsivas o extremas, que pueden afectar negativamente la calidad de vida de nuestro peludo.
Por lo tanto, es esencial que los dueños de mascotas presten atención a las señales que les envían sus animales. Si un perro muestra conductas inusuales, como comer sus heces, es importante buscar ayuda profesional con veterinarios y etólogos para determinar la causa subyacente y proporcionar la atención necesaria para mantener la salud y el bienestar de nuestras mascotas.
¿Te interesa el tema? Ya no tendrás qué preguntarte: ¿Por qué mi perro come excremento? Ni otras dudas cotidianas si nos sigues en nuestras redes sociales como @maestríanimal para seguir aprendiendo con nosotros.
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